Hancock-Argumento

John Hancock es una especie de superhéroe (posee súper fuerza, vuela y es aparentemente más duro que cualquier material) alcohólico que no parece preocuparse demasiado de su tarea como héroe, como vemos cuando un niño le advierte que unos bandidos están siendo perseguidos por la policía y Hancock se pone a beber. Igualmente, luego se levanta y despega (rompiendo todo lo que está cerca de él) para luchar con los criminales. Vuela hasta la camioneta y amenaza cómicamente a los bandidos diciendo «meteré tu cabeza en el trasero de él, la de él en la de ese otro -mira al otro- y tú te ganaste la lotería, tu cabeza va en mi trasero». Aunque no cumple con su amenaza, sí clava la camioneta en la punta de un edificio, dejando a los criminales ahí.

Aparentemente, Hancock no es muy querido por el público en general (lo insultan casi todo el tiempo), pero esto cambia cuando un hombre que trabaja en relaciones públicas, Ray Embrey, decide ayudarle mejorando su imagen, después de que Hancock le salve de ser aplastado por un tren. El plan de Ray consiste en dejar que Hancock sea encerrado en prisión (como quiere una fiscal y el resto de la gente)y dejarlo ahí hasta que la gente lo necesite tanto que le pidan volver. Hancock llega a la cárcel y es recibido muy mal, ya que la mayoría de los presos están ahí por su culpa. Estos deciden darle una paliza, pero se asustan al ver a Hancock meter la cabeza de un tipo en el trasero del otro. Hancock comienza a asistir a un grupo de auto-ayuda, pero responde con «paso» cada vez que le toca hablar.

Ray lo visita en la prisión y le da un traje de superhéroe, que Hancock inicialmente rechaza («no me pondré esto»), pero luego usa cuando el Jefe de la Policía le pide ayuda para salvar a una agente y varios rehenes. Hancock la salva y luego libera a los rehenes cortándole la mano al jefe de la operación, que estaba sosteniendo un detonador de bomba que se activaba cuando se soltaba el botón. Con la mano del hombre, Hancock llega con el Jefe de la Policía.